La conectividad es un pilar esencial para poder explotar el potencial que presentan las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la actualidad. A pesar de esto, este es uno de los retos más destacados a los que se enfrenta el proceso de transformación digital del sector agroalimentario, en el que cabe destacar que a día de hoy existen entornos en los que la cobertura y/o la capacidad del servicio no están plenamente garantizados.
Al mismo tiempo, hoy la nueva realidad exige además una conectividad segura, ágil y ubicua, que soporte una gran cantidad de dispositivos y herramientas conectadas, con las que poder monitorizar y controlar productos y procesos de manera remota.
Por lo tanto, ante este escenario, se abren una serie de retos y objetivos a los que se ha de responder:
Infraestructura alámbrica (ADSL, fibra óptica): Análisis de capacidades y limitaciones actuales, posibles mejoras, etc.
 
5-G y redes móviles, capacidades de oportunidades, etc.
 
Low-power wide-area network (LPWAN) para IoT (LoRa, NarrowBand-
IoT, SigFox, etc.): análisis de capacidad de despliegue, oportunidades, etc.
 
Latencia, seguridad y acceso.
 
Casos de éxito en este ámbito.